Se llama síndrome de la impostora y es aquello que las personas sienten cuando creen no merecer el éxito o los logros que han alcanzado. Piensan que son un fraude o una falsificación.
«Eres una estafa, has llegado hasta aquí porque tienes suerte, porque caíste bien. Pero cuidado, cuando menos te lo esperes se darán cuenta y van a descubrir que no vales tanto«
¿Te suena?
Y sí, nos puede pasar a cualquiera.
DALE LA VUELTA
A pesar de la evidencia que demuestra lo contrario, todas las personas que experimentan este síndrome sienten que su éxito se debe a la suerte o a la habilidad de engañar a los demás, en lugar de sus propias habilidades y capacidades.
Pero hoy te cuento algo con lo que darle la vuelta a estos pensamientos.
Las gafas rosas siempre ayudan con la gestión del síndrome de la impostora
Mirar la vida desde el lado positivo de las cosas, ayuda muchísimo.
Fijarte en otras personas para ver sus logros y habilidades puede ser útil para aprender y crecer, no así compararte constantemente porque puede llevarte a tener sentimientos de insuficiencia.
Así que a partir de ahora, en lugar de ver a otras personas como una medida de tus propias limitaciones, míralas como un ejemplo de lo que es posible y buscar inspiración en su éxito.
En lugar de enfocarte en lo que no puedes hacer y dejarte llevar por tu síndrome de la impostora, puedes aprovechar el conocimiento y las habilidades que has adquirido para enfrentar nuevos desafíos y creer más en ti misma.
Reconoce que todas tenemos fortalezas y debilidades, y que el éxito es relativo y personal.
En resumen, en lugar de compararte con los demás, enfócate en desarrollar la confianza en ti misma y aprender de las habilidades y logros de los demás para alcanzar tus propias metas.