Llega diciembre y con el día uno el pistoletazo de salida hacia el mes por excelencia del año. Diciembre tiene de todo, es un mes festivo, es un mes reflexivo, con su parte espiritual si tú quieres y con ese halo de reflexión y proposición que caracteriza al último mes del año.
A muchas seguramente diciembre les encanta por muchos motivos: la Navidad que todos los años la esperamos con alegría, los regalos que disfrutamos incluso empaquetando. En mi caso, me encargo yo misma de los miles de regalos que hacemos en casa.
Te cuento un pequeño secreto: mi familia es numerosa, por eso hay muchos regalos, somos muchos y siempre me gusta pensar en todos ellos.
Por eso, en diciembre de 2019 decidí crear un Calendario de Adviento para ellos.
Igual te preguntas qué es un calendario de adviento, pero no es otra cosa sino un contador para saber cuántos días quedan para que llegue la Navidad, que comienza el primer domingo de adviento y llega hasta la Nochebuena.
El 2019 fue un año difícil, porque estuve enferma de cáncer. Por eso, ese año requirió más que cualquier otro de mi fuerza de voluntad.
Tuve que luchar con todas mis fuerzas por poner un pie detrás de otro y por avanzar. Y fue la primera vez en mi vida en la que mi cuerpo no respondía a lo que le pedía. No seguía mi ritmo, ni siquiera seguía las normas de la naturaleza.
También fue un año muy difícil porque recordaba una y otra vez a mi papá. Mi papá se fue hace ya mucho tiempo, pero mi enfermedad me ayudó a conectar con la suya como nunca me había planteado. Ese año llegó después de otro año difícil: el 2018. Y me hizo pensar mucho en mí, en mi vida, en las personas a las que quería, en lo que era importante y en lo que no, dónde debía poner el foco y qué debía desechar y olvidar.
Los recuerdos se agolpaban en mi mente a todas horas, me encontraba mal y necesitaba estímulos exteriores que me hiciesen ponerme de pie todos los días. Me empeñe en seguir con mi vida, con mi trabajo, con mis rutinas. Me empeñe en no preocupar a mi familia por cómo me encontraba, por el miedo que sentía, así que necesitaba pensar en positivo.
UN CALENDARIO DE ADVIENTO para cada ocasión
Después de ese momento nació este calendario de adviento, estableciendo una nueva tradición, que además coincidió con el ecuador de mi enfermedad. Así que fue como un símbolo del camino recorrido y de los avances conseguidos. Con este calendario pretendía conseguir un regalo lleno de motivos para sonreír, para conectarnos entre nosotros, para hacernos mejores personas y, sobre todo, quería un espacio donde poder poner mi corazón y regalárselo a los míos.
Este calendario consiguió hacer llorar a todos, pero también consiguió su objetivo, fortalecer a mi familia (y a mí misma) en esos momentos difíciles.
Las imágenes originales, las que inspiraron las que hoy llegan a ti, fueron realizadas por mí, así que imagina la intención que puse en ello. Algunas de las citas que acompañan el mismo son de “Pequeña Filosofía matinal” de Catherine Rambert, un elenco de 365 pensamientos para ser feliz todos los días.
Te invito a que disfrutes de los próximos 25 días y que te dejes envolver de la magia que desprenden los regalos participativos. Este regalo no sirve de nada si no lo pones en práctica, si no lo utilizas y compartes con los tuyos, el resto, simplemente es magia.
Descarga aquí el calendario de adviento familia
El calendario pretende fomentar la actitud receptiva, festiva y de agradecimiento, por lo que nos ayuda a trabajar nuestra mentalidad, tan necesaria en el mundo de los negocios, ayudándonos a crear un entorno abundante donde poder crecer, tanto a nivel personal como empresarial.
Lo importante de este calendario es lo que viene después, sino la acción de compartir, de crear comunidad, el tomarte tu tiempo para lo que de verdad importa. No hace falta tener cáncer para darte cuenta de ello. Comparte no solo con los tuyos, sino también con tus conocidos, compañeros o seguidores las acciones de cada día, fomenta el entorno de agradecimiento y fíjate en qué ocurre a tu alrededor.
Pero no creas que las sorpresas terminan aquí, durante todo el 2019 y 2020 tuve que mantener a flote una empresa, porque como imaginarás, el cáncer no da tregua. Las empresas no pueden pararse de una manera sencilla, porque hay que preocuparse por los clientes, por tu gente, así que todo tiene que continuar. Y yo estuve al frente de la mía durante todo ese tiempo.
Por eso, esta mirada “post cáncer” de la vida me ayudó a mantener mi empresa a flote, a lidiar con el miedo de mi equipo, a ayudar al resto a no desmoronarse, a conectar con mis clientes de una manera mucho más profunda y a establecer lazos fuertes y seguros. Por lo que mi empresa salió fortalecida.
Y de esta situación creé en paralelo mi calendario de adviento empresarial. 24 acciones que te ayudarán a evaluar tu empresa, a volver a los orígenes, a lo verdaderamente importante y del que tú también saldrás fortalecida.
Descarga aquí el calendario de adviento empresarial
Y es que diciembre es un mes mágico.
Artículo escrito por Raquel Blanco (Asesora fiscal y legal y mentora de negocios en Blanco Legal)
Fotografías de Arancha Morera en nuestro encuentro de noviembre de 2021